Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes.

jueves, 12 de mayo de 2011

Bushismos


George Bush junior es la mejor prueba de que, en contra de lo que suelen pensar tantos norteamericanos (y sobre todo tantos no norteamericanos) el gobierno de los Estados Unidos jamás ha estado ni estará en manos de su presidente, sea quien sea, ya que éste no es más que el mascarón de proa de los que controlan verdaderamente la situación y no tienen ninguna gana de aparecer en público para responder por sus decisiones. Ya durante la Guerra Fría me resultaba imposible creer (y luego Mac Namara confirmó mis sospechas al respecto al revelarme ciertas informaciones que ahora no viene al caso explicar) que pudiera desatarse un conflicto nuclear mundial como ése con el que continuamente nos amenazaban entre los EE.UU. y la URSS porque el presidente de uno u otro país se levantara un día con el pie izquierdo y le diera por pulsar el mítico e inexistente “botón rojo”. 

No es una cuestión exclusiva de las superpotencias, por supuesto. Hace mucho tiempo que no existen en todo el planeta líderes capaces de tomar todas las iniciativas (o al menos las de esa importancia) en solitario. De hecho, no existen líderes. Son simples monigotes que se ponen por delante para que las gente los vote y que luego viven a cuerpo de rey a cambio de seguir las instrucciones que se les dicte desde el interior de su gobierno que, a su vez, es dirigido desde otro lado, aún más lejano del escenario. Esas pomposas cumbres internacionales de grandes jefes de Estado y de gobierno no son otra cosa que representaciones de la Commedia dell’arte: ese Obama Polichinela, esa Merkel Colombina, ese Capitán Fierabrás Sarkozy, ese Pantaleone Berlusconi, ese Zapatero Arlequín, ese Brighella Rubalcaba…, y así todos.

Pero Bush los supera a todos. Llegó a presidente gracias a su padre, un señor mucho más inteligente (y mil veces más peligroso, realmente peligroso en el sentido de la palabra), a pesar de ser el tipo probablemente menos culto, más patoso y menos indicado para el puesto en el amplio abanico de candidatos entrenados por los dueños de Estados Unidos para cuidar de su cortijo. Su nivel era tan exasperantemente bajo que escuchar un discurso presidencial suyo (si se salía del guión que le habían escrito y empezaba a introducir sus propias ocurrencias) era garantizarse una entrada gratuita en uno de los mejores espectáculos de monólogos humorísticos del tipo El club de la comedia.

 De ahí que sus críticos llegaran a crear una serie de términos nuevos, neologismos, para describir las peculiares aportaciones del tipo al patrimonio intelectual estadounidense: Bushism (traducible como bushismo o barbaridad-dicha-por-Bush), Bushspeak (un discurso de Bush –enfatizando en que no es un discurso normal sino de Bush, o sea descacharrante-) y Bushtalk (el lenguaje de Bush, con un significado en al misma línea). 

Tantas patadas ha dado el hombre al lenguaje que se han llegado a escribir varios libros sobre su pintoresca manera de expresarse (La edición de lujo de los bushismos, Las rimas de la administración Bush, 50 maneras de enseñar a George la puerta…). Según los que mejor le han estudiado, el Bushtalk se caracteriza por la creación de palabras compuestas que no existen en inglés (aunque seguramente él no lo sabe) como por ejemplo Hispanically, que podría traducirse como Hispánicamente; la adición de sufijos para transformar verbos en sustantivos que a nadie nunca antes se le ocurrió podrían existir como suicider o suicidador, o decider o decididor; el abuso de expresiones tontas e impropias de su cargo como cuando dijo públicamente aquello de "Wow, Brazil is big" ("Guau, Brasil es grande"); el empleo de frases que acaban mostrando una intención distinta al mensaje que se pretende transmitir como aquella famosa de "Nuestros enemigos son ingeniosos e innovadores. Nosotros también. Nunca dejan de pensar en formas de dañar a nuestro país y a nuestras gentes, y nosotros tampoco"; o el uso reiterado de conceptos que pretenden resultar solemnes y decisivos cuando parecen extraídos del surrealismo como "Estoy convencido de que hombres y peces pueden vivir en paz".

 Ya recomienda el famoso dicho permanecer callado y parecer tonto, en lugar de abrir la boca y demostrar definitivamente que uno lo es. Pero Bush jamás debió escucharlo. En estos días en los que en España sufrimos los rigores de una campaña electoral municipal y autonómica que ha vuelto a lanzar a la carretera a los políticos de todos los partidos con el encargo de contar las mayores y mejores mentiras para poder atraer cuantos más votos mejor a sus respectivas causas, creo interesante dar un repaso a algunos de los bushismos más impactantes que conozco. A ver si se le pega algo a nuestros políticos y por lo menos nos podemos reír un poco.

Dijo Bush (entre otras perlas):

Me preocupo de preservar el poder ejecutivo para mí, pero también para mis predecesores (Gracias a la máquina del tiempo).

La verdad es que los profesores constituyen la única profesión que enseña algo a nuestros niños (¿Será por eso por lo que trabajan en los colegios?).

No es la contaminación la que amenaza el medio ambiente, sino la impureza del aire y del agua (Es que el aire y el agua no son de raza pura).

Queremos que cualquiera que pueda encontrar un trabajo sea capaz de encontrar un trabajo (Está claro).

Mi viaje a Asia comienza en Japón por una razón importante. Comienza aquí porque desde hace siglo y medio América y Japón han formado una de las mayores y más duraderas alianzas de los tiempos modernos. De esta alianza salió una era de paz en el Pacífico (Como demuestra claramente la Segunda Guerra Mundial, bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, incluidas). 

Creo que estamos en un camino irreversible hacia más libertad y democracia, pero las cosas pueden cambiar (¿En qué quedamos: el camino es irreversible o no?).

Las tropas austríacas están perfectamente preparadas (Comentario tras pasar revista a un batallón de tropas australianas durante un viaje de Estado).
  
Sé que en Washington hay muchas ambiciones. Es natural. Pero espero que los ambiciosos se den cuenta de que es más fácil triunfar con un éxito que con un fracaso (Generalmente es así).

¿Ustedes también tienen negros? (Pregunta al presidente brasileño Fernando Cardoso tras llegar a su país en viaje oficial).

He hablado con Vicente Fox, el nuevo presidente de México, para tener petróleo que enviar a EE.UU.: así no dependeremos del petróleo extranjero (Para eso es México una colonia de Estados Unidos...)

Debería preguntarle al que me hizo la pregunta. No tuve oportunidad de preguntarle al que me hizo la pregunta. ¿De qué pregunta se trataba? (La parte contratante de la primera parte…, durante una conferencia de prensa).

 El apagón de California es verdaderamente un resultado de no haber plantas generadoras de energía suficientes y entonces no hay energía suficiente para energizar las plantas de energía (¿Y no será que alguien le dio al interruptor?). 
  
Un número bajo de votantes es una indicación de que menos personas están yendo a votar (Algo sospechaba yo al respecto).

Para la NASA, el espacio aún es alta prioridad (El día que deje de serlo es porque esta agencia se habrá cerrado definitivamente).

 Y si él continua con eso, le diré a la nación lo que pienso sobre él como ser humano y también como persona (Como persona inhumana, se entiende).

El Holocausto fue un período obsceno en la Historia de nuestra nación. Quiero decir, en la Historia de este Siglo. Pero todos vivimos en este siglo. Yo no viví en ese siglo (¿En cuál?).

La gran mayoría de nuestras importaciones vienen de fuera del país (¿Y el resto?).

El gas natural es hemisférico. Me gusta llamarle hemisférico en la naturaleza, porque es el producto que podemos encontrar en el vecindario (Ésta es de las más grandes, me río cada vez que la leo).



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